Con su fusión de historia, naturaleza y hospitalidad, Viedma invita a los viajeros a explorar sus calles y descubrir la autenticidad que la define.
Ya sea navegando por el río Negro o explorando sus sitios históricos, esta ciudad patagónica promete una experiencia inolvidable.
Conectando Viedma con Carmen de Patagones, este puente histórico es una obra maestra arquitectónica del siglo XIX.
Caminar por él proporciona una experiencia única y vistas panorámicas del río Negro.
Testigo del desarrollo histórico de la ciudad, esta majestuosa catedral data del siglo XIX.
Su arquitectura de estilo neogótico y sus detalles artísticos la convierten en un sitio de interés cultural y religioso.
A lo largo de la costa del río Negro, la Costanera de Viedma ofrece un espacio escénico para paseos relajados, ciclismo y disfrute de la naturaleza.
Sus senderos serpentean a lo largo del río, proporcionando vistas panorámicas y un ambiente tranquilo.
Las playas a orillas del río Negro invitan al relax y la recreación.
Algunas, como El Cóndor, son conocidas por sus arenas blancas y actividades acuáticas, proporcionando un escape natural a pocos kilómetros de la ciudad.
A unos 30 km de Viedma, esta reserva ofrece una experiencia única para los amantes de la observación de aves. Es hogar de la mayor colonia de pingüinos de Magallanes en la región, convirtiéndola en un destino imprescindible para la fauna marina.
Este museo ofrece un viaje a través del tiempo, exhibiendo artefactos y documentos que ilustran la historia de la región y la influencia de la congregación salesiana en la comunidad.